La construcción y estructuras antisísmicas son aquellas que nos van a permitir soportar movimientos telúricos con mucha mayor capacidad de resistencia, para lo cual, los ingenieros encomendados a la construcción de la vivienda han tomado en cuenta algunos detalles primordiales para hacerlas más resistentes a estas circunstancias.
La construcción antisísmica comprende todas las edificaciones e infraestructuras construidas para soportar movimientos sísmicos sin desplomarse.
A través de la ingeniería antisísmica se estudia el diseño sísmico para construir un edificio resistente y no rígido, conceptos que se confunden con mucha frecuencia.
Elementos para una construcción antisísmica
La elección de los materiales de construcción depende de la disponibilidad, los conocimientos y experiencias locales relacionados a la construcción y la aceptación de la población.
Los materiales de construcción más utilizados son el hormigón, el acero y la madera. Se intenta que los daños sean los menos posibles para no tener que demoler el edificio después del sismo.
Las edificaciones deben tener una estructura de hormigón armado con columnas en las esquinas y en los bordes de los vanos, conectadas con el encadenado superior, así como con el cimiento. Una variante para construir un muro rígido sin deformaciones durante el sismo, es conectar las esquinas de los muros con tensores formando un cruce.
En Italia, otro país que padece los movimientos de la tierra, han diseñado un sistema de bloques aislantes en los cimientos permitiendo que el suelo se mueva pero el edificio no. El aislamiento de bases se utiliza cada vez más en nuevas construcciones en Estados Unidos y en Japón.
Existe una técnica llamada quincha, originaria de Perú, se utiliza desde los tiempos prehispánicos. Mediante esta técnica mejoran la proporción de arena, arcilla y fibra vegetal para el barro de los muros con un espesor de 10 cm tiene un comportamiento similar al ladrillo y hormigón de 20 cm de espesor.
La técnica del tapial consiste en rellenar un encofrado con capas de tierra de 10 a 15 cm compactando cada una de ellas con un pisón. El encofrado está compuesto por dos tablones paralelos separados, unidos por un travesaño.
El Instituto nacional de normalización de la vivienda en Perú, desarrolló un sistema de refuerzo interno para muros en el que hay dos tipos de adobes, unos tienen ranuras de 5 cm de diámetro en los extremos y otros son mitades de adobes con una sola ranura para obtener la traba. Por estas ranuras atraviesan varillas de caña. En este sistema se refuerzan los muros mediante contrafuertes integrados, intermedios y en las esquinas
Aspectos a tomar en cuenta para una construcción antisísmica
Cuando se planea la construcción de una estructura se debe tomar en cuenta el uso que tendrá en el futuro. No le podemos añadir más peso de lo considerado en el cálculo de una edificación, en caso de aumentar dimensión la actividad sísmica actuara con mayor intensidad.
En áreas propensas a movimientos sísmicos el emplazamiento de la vivienda en el sitio es muy importante. No debe emplazarse la vivienda en el corte de una pendiente del terreno debido a que los impactos horizontales de la tierra durante el sismo pueden provocar el colapso del muro adyacente; No debe emplazarse la vivienda sobre una pendiente, para evitar el deslizamiento de la edificación; En el caso en el que se deba emplazar la vivienda en un terreno en pendiente se debe crear una plataforma, con suficiente distancia hacia los bordes de la pendiente.
Una máxima de la ingeniería antisísmica japonesa señala que cuanto mayor sea la base del edificio más resistente y seguro será este.
Los edificios deben ser simétricos y elásticos ya que absorberán mejor las vibraciones del suelo. Las medianeras de los bloques deben estar separadas.
En los edificios de escasa altura o donde los terremotos son más suaves las estructuras pueden ser más rígidas con muros gruesos de hormigón.
Cuanto más alto un edificio, mayor período de oscilación tendrá durante un terremoto. La distribución de masas debe ser uniforme en cada planta. Así mismo debe ser flexible y esto significa la capacidad del edificio de deformarse frente a un sismo.
Para edificios con esbeltez mayor a 4 por 1, es recomendable llevar a cabo un análisis sísmico dinámico que determinaría las secciones adecuadas de los elementos estructurales. Generalmente estos diseños son construidos a base de estructuras metálicas.
Las esquinas del edificio, la resistencia perimetral y el piso flexible también determinan si la sismo resistencia de una construcción es buena.
Se deben evitar los desniveles en la vivienda, si estos fuesen necesarios deben estar separados a una distancia de por lo menos 1m, creando así espacios autónomos.
Para obtener estabilidad de la vivienda la forma de la planta es muy importante en general: Mientras más compacta la planta, más estable será la vivienda. Una planta cuadrada es mejor que una rectangular y una circular es la forma óptima. Las plantas con ángulos no son recomendables, si estas fuesen necesarias se recomienda separar los espacios, la unión entre los mismos debe ser flexible y liviana.
Beneficios de las Construcciones Antisísmicas
Como ya nos hemos dado cuenta, los beneficios de las construcciones antisísmicas son muchos, para poder resumir todos estos, la función de estas construcciones es mantenernos seguros en cualquier momento de la vida cotidiana puesto a que en casi todo momento nos encontramos rodeados de inmuebles, no específicamente debemos estar dentro de estas para ya ser beneficiarios de lo que brindan. Los materiales con los que se conforma una construcción antisísmica hacen que tanto nosotros como todos los individuos que nos rodean se mantengan en sus actividades diarias lejos de toda preocupación que nos puede causar el solo pensar que estaríamos propensos a un desastre antisísmico gracias nuestras edificaciones que no están preparadas para este tipo de circunstancias.