(PRIMERA PARTE)
Teniendo en cuenta los innumerables diseños y reglamentos operativos, especificar un cuarto limpio adecuado para su aplicación no es un proceso simple de 1-2-3. Pero al igual que con otras compras de capital, una lista de verificación de preguntas críticas puede ayudar a garantizar una decisión que cumpla con sus expectativas. Esto es lo que nuestros especialistas en cuartos limpios evalúan primero al diseñar un entorno controlado:
¿Cómo se utilizará mi cuarto limpio?
Los procesos que tienen lugar en un cuarto limpio, determinan las características funcionales. Por ejemplo, la sensibilidad estática o el procesamiento químico dictan tipos específicos de materiales de construcción. Tal vez sus necesidades puedan satisfacerse con un cuarto limpio de paredes blandas que cuente con paneles de plástico de vista completa, o tal vez necesite una sala limpia modular totalmente de acero para lograr la máxima limpieza. La cantidad de personal, su frecuencia de acceso, el protocolo de vestimenta aprobado y el equipo de aplicación necesario también tienen una influencia significativa en el diseño del cuarto limpio.
¿Cuánto espacio hay disponible?
El espacio de trabajo puede ser un factor limitante significativo al diseñar su cuarto limpio. La altura del techo disponible, por ejemplo, influirá en la ventilación, los costos del aire acondicionado y la facilidad para reemplazar los filtros de aire. Además, algunas operaciones requieren que los trabajadores se vistan con batas antes de ingresar al cuarto limpio; las limitaciones de espacio pueden dictar un vestidor interno o externo. Incluso puede ser necesaria una ducha de aire, dependiendo de qué tan limpio deba estar el ambiente. Para proyectos más grandes, las consideraciones de ingeniería se vuelven más evidentes. El análisis sísmico puede evaluar qué cambios pueden ser necesarios en su diseño para garantizar un funcionamiento estable en general.
Finalmente, las salas modulares muy grandes, con tramos de más de 20 pies, generalmente requerirán pilares de soporte internos o refuerzos externos que implican un contratista y un proceso formal de permisos. Las salas más pequeñas generalmente no requieren estas disposiciones y, por lo tanto, son mucho más rápidas y económicas de poner en línea.