La administración de instalaciones (Facility Management) es una disciplina profesional que se enfoca en la entrega eficiente y efectiva de servicios de apoyo para las organizaciones a las que sirve; asegura la integración de personas, sistemas, lugares, procesos y tecnología para respaldar el desarrollo empresarial interno y externo central. El término “Instalación” significa algo que se construye, instala o establece para cumplir un propósito, que en general son todos los activos tangibles que respaldan a la organización, como propiedades inmobiliarias, edificios, infraestructura técnica, HVAC, iluminación, transporte, servicios de TI, mobiliario, custodia, terrenos, equipos, electrodomésticos y otros servicios de apoyo esenciales.
El Facility Manager es un planificador estratégico que ayuda a organizar las operaciones diarias en la instalación, prestando especial atención a las instalaciones en las que se encuentra la instalación. Proporcionan una visión general de muchos aspectos diferentes de la operación, incluida la venta, y los contratistas para organizar el mantenimiento de los equipos mientras buscan formas de reducir los costos. El administrador de la instalación también es responsable de cumplir con todos los requisitos y regulaciones de seguridad locales, regionales y, a veces, internacionales para la planificación de edificios, el diseño e implementación de la infraestructura, incluida la capacitación de los empleados, las inspecciones de las instalaciones y la seguridad de las instalaciones.
Los administradores de instalaciones siempre deben adoptar e implementar estos pocos principios.
(1) Luchar por la excelencia y ofrecer lo mejor de sí mismos.
(2) Ponga siempre a sus clientes en primer lugar, comprenda sus necesidades y supere todas las expectativas.
(3) El entusiasmo es fundamental, sé apasionado por lo que haces.
(4) Utilice su iniciativa y esté preparado para ser flexible.
(5) Preste atención a los detalles.
Algunos de los factores que impulsan el rol del Facility Manager son:
(1) El tamaño y la complejidad crecientes de las instalaciones, donde las instalaciones se han vuelto mucho más grandes y complicadas, a menudo dependiendo de sistemas de soporte informáticos y electrónicos que requieren experiencia para operar, reparar y mantener.
(2) La planificación del ciclo de vida del edificio y la consideración por las personas y los procesos involucrados.
(3) Los gerentes de instalaciones deben poder prever los posibles factores de riesgo para el bienestar físico y mental del empleado o inquilino e implementar medidas de control para reducir la probabilidad de fallas en los sistemas.
(4) Una cultura de seguridad y salud en la que se respete a todos los niveles el derecho a un entorno laboral o de vida seguro y saludable; donde los gobiernos a través de un sistema de derechos, responsabilidades y deberes definidos y donde se otorga la máxima prioridad al principio de prevención.