Estudios realizados por el fabricante de muebles Haworth, encontraron, que el diseño de oficinas abiertas, está saboteando la habilidad de los empleados a enfocarse en las tareas del trabajo, mientras que la conectividad de estas oficinas, los está dejando paralizados por la sobrecarga de información que les llega.
Por otro lado, Jungsoo Kim y Richard de Dear de la Universidad de Sydney, realizaron un estudio basado en 42,764 observaciones en 303 edificios de oficinas y en dos categorías: oficinas con privados y oficinas abiertas sin particiones y registraron los niveles de satisfacción de los empleados, en las categorías de nivel de ruido, privacidad, facilidad de interactuar, confort de los muebles, calidad del aire, temperatura y nivel de iluminación.
Encontraron que las oficinas privadas, tenían el nivel más alto de satisfacción y las oficinas abiertas el nivel más bajo.
Las diferencias más marcadas entre las oficinas privadas y las oficinas abiertas, fueron la privacidad visual, la privacidad de sonido, la cantidad de espacio y el nivel de ruido.
La falta de privacidad produjo los resultados más negativos, entre los empleados de oficinas abiertas, además entre el 25% y el 30% de estos empleados, mostraron insatisfacción con los niveles de ruido en sus áreas de trabajo.