LA ARQUITECTURA ANTISISMICA

La arquitectura antisísmica define los parámetros y características a analizar para diseñar edificios resistentes a terremotos, previniendo los posibles daños.
La arquitectura antisísmica especifica el tipo de materiales que se deben utilizar y las técnicas a seguir para que las construcciones acompañen los movimientos del suelo, desplazándose, vibrando e incluso deformándose, para no resistirse al impacto y colapsar.
PARÁMETROS DE ESTUDIO
Para medir y analizar los efectos de un terremoto en el suelo y los posibles movimientos que provocará en el edificio, se estudian las siguientes características de los sismos:
• Aceleración: Frecuencia y proporción en que cambia la velocidad.
• Velocidad: Proporción en que cambia la posición, medida en centímetros por segundo.
• Desplazamiento: Distancia desde el punto inicial, medida en centímetros.
• Duración: Tiempo que dura el ciclo de un temblor.
• Magnitud: Fuerza o tamaño de un terremoto, medido en la escala de Richter.
• Intensidad: Daño que causa el movimiento, medido en la escala de Mercalli.
EFECTOS EN LOS EDIFICIOS
Todas estas características de los movimientos afectan a los edificios causando una respuesta de la estructura que varía según el diseño particular de la construcción. Estos efectos pueden ser:
• Torsión: Si la distribución de la masa es desigual, al enfrentar un sismo el centro de la masa estará fuera del centro geométrico, generando una torsión que causará daños.
• Amortiguación: Los edificios disipan la vibración al absorber el movimiento.
• Ductilidad: Los materiales tienen cierta flexibilidad, pudiendo doblarse y moverse hasta sobrepasar su límite elástico. Se puede conseguir un buen nivel de ductilidad diseñando las uniones para mejorar su comportamiento.
• Fuerza y rigidez: Es la resistencia de los materiales antes de quebrarse.
• Inercia: Es la fuerza interna generada por el movimiento en el suelo. Mientras más pesado es un edificio, mayor será la fuerza de inercia.
Al entender estos efectos y estudiar cómo se comportan en relación a las distintas variaciones de los parámetros que definen un movimiento telúrico, es posible determinar el mejor diseño antisísmico y las estrategias de mitigación más adecuadas. Un adecuado análisis entregará información sobre los posibles daños y las medidas a tomar. Algunas recomendaciones comunes son:
• Calcular las relaciones precisas entre planta y alzado.
• Usar materiales de menor peso a medida que se aumenta la altura.
• Diseñar estructuras simétricas con la menor cantidad posible de protuberancias.
• Realizar pruebas en materiales para determinar su resistencia a la tracción y compresión.
• Analizar el suelo para comprobar sus características y su resistencia.
En base a los resultados de estos estudios, los distintos referentes mundiales en arquitectura antisísmica han desarrollado estándares y/o normas a seguir para asegurar la resistencia de los edificios ante estos fenómenos naturales.

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