Han notado como algunos edificios, se ven excitantes y nos dan la bienvenida, mientras que otros no. Cada edificio, se ve diferente y afecta a las personas en forma distinta. Sin embargo lo que distingue un edificio bello de uno feo, es universal.
De acuerdo al arquitecto Alain de Botton, llamamos a un edificio bello, si este refleja nuestros valores. Los edificios que admiramos, son aquellos que por sus materiales, sus formas, o colores, nos reflejan cualidades positivas, tales como: amabilidad, sutileza, fuerza e inteligencia. Pero también lo que es considerado bello, cambia con el tiempo. Sin embargo, hay edificios que permanecen para siempre y su belleza perdura aun cuando pase el tiempo. Por ejemplo: El templo de la Sagrada Familia de Gaudi y la ciudad Prohibida en Beijing China, para nombrar solo algunos.
Durante cientos de años, los edificios con decoraciones elaboradas y muchas variaciones, eran muy admirados. Sin embargo los avances en tecnología, hierro y concreto han revolucionado la construcción y los arquitectos de hoy en dia, emplean diseños mas sencillos, con reducción en los costos de construcción. Ahora la sencillez desnuda, es considerada como bella y todas las decoraciones como feas e innecesarias.
CIUDAD PROHIBIDA-BEIJING CHINA